Pero más allá de la sabiduría popular, hay numerosos estudios que han demostrado que un paseo puede hacer maravillas para el estado de ánimo y la salud.
Las personas que caminan en lugares llenos de naturaleza y sin compañerismo, música o cualquier otra distracción viven mejor y gozan de un mejor estado de salud psicológica y son más felices que aquellos que caminan en contextos urbanos, llenos de coches, smog y distracciones.
Caminar en la naturaleza, ya sea un parque de la ciudad o un bosque, nos permite reducir el flujo sanguíneo en la corteza prefrontal subgenural, la parte del cerebro que maneja pensamientos repetitivos y emociones negativas.
Las personas que caminan cerca de caminos ocupados mantienen los niveles de flujo sanguíneo a esta área intacta.
Para obtener estos beneficios no tienes que organizar un viaje a las montañas o al mar, simplemente tomar un paseo de 15 minutos en un parque de la ciudad llena de árboles, pero solo y sin música, tratando de concentrarse en la naturaleza que nos rodea.
Caminar en un lugar adecuado y rodeado de naturaleza mejora la salud mental, lo que nos hace llegar a un estado de relajación y tranquilidad. Caminar es casi un remedio milagroso para elevar la mente y despejar sus mentes de pensamientos negativos.
Pero los beneficios no terminan aquí: caminar es un ejercicio simple, no exigente que nos ayudará a mantener un peso adecuado, mejorar la coordinación, regular la presión y fortalecer los huesos y dar energía.