Para quienes no cuentan con un jardín amplio donde realizar una huerta, las macetas son ideales para poder cultivar uno mismo.
Aparte de las hierbas aromáticas más conocidas, los ajos son una excelente opción a la hora de cultivar alimentos caseros. No requieren de mucho espacio ni cuidados; con una maceta y un poco de buena tierra, podrás cosechar tus propios ajos para preparar comidas y demás.
Lo primero es tener una maceta de unos 20 cm. de profundidad y con drenaje en la base, porque los ajos tienden a formar hongos si reciben agua en exceso, de modo que un drenaje correcto es primordial.
Procedimiento:
Puedes sembrar cualquier tipo de ajo, simplemente separa los dientes y no le quites la cáscaras. Llena el recipiente de tierra dejando 1 o 2 cm de distancia con el borde.
Coloca los dientes de ajo por lo menos a 10cm de la superficie y con 8 o 10 cm de distancia entre uno y otro, siempre con la parte más puntiaguda hacia arriba, ya que de aquí viene el brote.
Coloca la maceta en un lugar donde reciba la luz directa del sol prácticamente durante todo el día, ya que esta planta demanda climas cálidos.
No te excedas en la cantidad de agua al regar, porque el diente de ajo plantado puede pudrirse si se produce demasiada humedad.
Después de 8 a 10 meses, cuando las hojas comienzan a verse marrones, los ajos estarán en condiciones de ser cosechados.
Después de quitarlos de las macetas, déjalos en un lugar seco durante una semana y luego podrás consumirlos.
