Decidió espiar a su novio y se metió debajo la cama, pero lo que paso después la dejo en shock sin poder hablar

Muchas veces la rutina se puede “comer” muchas de las cosas que nosotros antes solíamos disfrutar y es que suele resultar cansado estar haciendo lo mismo todo el tiempo, y las relaciones de pareja pues no se escapan.







El ver a una persona todos los días y tener siempre la misma rutina de que el compañero llega del trabajo cansado, se baña y se duerme sin compartir un rato con su pareja como solía ser antes, puede ser un detonante para que una pareja se termine.

Aunque no lo creas y parezca poco significativo, muchas parejas terminan su matrimonio por culpa de la rutina, y no es porque ya no se quieran sino es que cansa el hacer lo mismo todos los días, sin embargo hay otras parejas que hacen el intento por salvar su matrimonio.
El día de hoy te traemos una historia bastante particular en donde una pareja se vio envuelta en un problema de rutina y pues la esposa al ver que la situación se arruinaba, decidió probar a su esposo, a ver que opinaba el. Entérate que fue lo que pasó.

¿Cómo reaccionó su pareja?



La historia relata sobre Sarah, una mujer que pasaba por un momento como este, en el que la rutina se había vuelto un desastre y tenía a su relación pendiendo de un hilo y decidió tomar una iniciativa a ver si su pareja opinaba lo mismo.





Una noche Sarah escribió una carta a su pareja de hacía 7 años, solo por su desesperación al ver que su relación se venía  abajo. La carta la dejó en la mesita de noche de la habitación que compartía con su pareja y le dijo:
“Matthew, nuestra relación ya no es igual, la rutina la ha consumido gradualmente. Cuando llegas a casa todos los días, estas muy cansado y no quieres estar conmigo. Ya no salimos a divertirnos como lo hacíamos antes, tu prefieres ver el partido en casa. ¿Hace cuánto tiempo no me dices que me amas como lo hacías en las mañanas? Ya no me tocas ni me haces las mismas caricias de antes. Lamento mucho decirte que lo nuestro no puede continuar así”.
El escribir esta carta resultó significar un riesgo muy grande pues ella aún amaba a Matthew quien era su pareja sin embargo ella quería saber que sentía el por ella, si el aún la amaba o si ya no había nada que hacer por su relación, aún así lo hizo con angustia.
Sarah, esa noche se escondió debajo de la cama y esperó a que su esposo llegara a casa, pasaron horas y su esposo al fin llegó, cansado del trabajo como todos los días, y la casa estaba totalmente en silencio.
El esposo supuso que su esposa había salido a casa de una amiga sin avisarle, sin embargo cuando entró a la habitación y vio todo apagado vio la carta que estaba bajo la luz de una lámpara, la única encendida.
El hombre se acercó a la cama y tomó la carta y se sentó a leerla y cuando terminó de llera, se quedó en silencio y tomó un trozo de papel, escribió algo y lo colocó de nuevo en la mesita junto a la carta, y para sorpresa de Sarah, el empezó a brincar de la alegría como si hubiese sido una de las mejores noticias que le hubieran dado.





En ese momento, sonó el teléfono, alguien lo llamaba, y el dijo, “Hola amor ¿Qué crees? Mi esposa por fin entendió que lo nuestro había acabado y se fue de casa. Ahora estamos libres para estar juntos. Inmediatamente salgo a buscarte”.
Sarah quedó muy asombrada, tanto así que no podía ni decir ni hacer nada, solo estaba ahí, sin palabras, no podía creer que eso le hubiese pasado y menos que su esposo la dejara ir así, es más ella nunca pensó que su relación resultara de esta manera por culpa de una tercera persona en la relación.
La mujer, llorando, tomó la carta aún sin tener ganas de leerla y la abrió y para su sorpresa leyó lo siguiente:
“¡Hola graciosita! Te daré un consejo. La próxima vez que quieras ponerme a prueba, procura que tus pies no sobresalgan de la cama. Estás loca ¡Te Amo mucho!… fui a la tienda a comprar algo”.
Esta historia solo nos hace reflexionar que muchas veces nuestras inseguridades pueden ser nuestros propios enemigos, así que más bien debemos despreocuparnos un poco y si sospechamos que algo va mal en nuestra relación, intentar encender esa llama nuevamente.
Esperamos que te haya gustado.
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